Seguridad en República Dominicana
Infórmate sobre la seguridad ciudadana en el país y las recomendaciones más importantes durante tu viaje.
Las recomendaciones más habituales para los viajeros que no conocen la zona son, en primer lugar, no deambular por áreas aisladas del centro de la ciudad o del Malecón una vez oscurece; especialmente en Santo Domingo es preferible tomar un taxi si se va a salir de fiesta. Tampoco es aconsejable lucir abiertamente joyas en las calles y mercados muy concurridos. Sin embargo, la debilidad de los ladrones por ser los objetos más ansiados para la reventa son el DNI, el pasaporte o la tarjeta de residencia.
La policía turística, conocida como “politur”, se encuentra repartida por toda la isla y ofrece un trato muy correcto a los viajeros. Se aconseja acudir a este servicio, más fiable que la Policía Nacional. Los puedes reconocer fácilmente porque el uniforme consta de una camisa blanca y unas bermudas azules; además, pilotan motos o todoterrenos.
Por otro lado, también existe policía privada, conocida como los “guachimanes”, que vigilan ciertos comercios o zonas residenciales; llevan armas de fuego pero van vestidos de paisano.
En los hoteles la seguridad es bastante buena, aunque siempre se aconseja guardar todo con mucha precaución.
Respecto a la conducción de vehículos, una de las prácticas más extendidas es el soborno ante pequeñas multas de tráfico, pero se debe tantear previamente el terreno y hacerlo con prudencia.
Otra de las recomendaciones importantes es ir con cuidado con las prostitutas, o “cueros”, debido a que en muchas ocasiones roban a los turistas mientras los manosean para distraerles.
En el caso de los tirones, suelen darse en zonas turísticas, aunque están más extendidos los carteristas.
Los mendigos más pequeños incordian al viajero en la mayoría de las zonas turísticas; suelen dedicarse a la venta de café, otros aperitivos o limpian zapatos.
En relación con las drogas, es un tema muy perseguido y la simple posesión de marihuana o cocaína supone una gran multa, en el mejor de los casos, o prisión hasta de un año sin posibilidad de fianza.